lunes, 20 de abril de 2009

Cartel del Festival de Cine de Málaga

La crisis también afecta al diseño.
En estos días se desarrolla el Festival de Cine de Málaga, el cartel en su presentación oficial estaba diseñado con una fotografía de Picasso realizada por Juan Gyenes en los 60, pensado como reclamo idóneo e imagen oficial del festival y que aparecería en todo el material promocional y corporativo. Picasso aparece con un mechero encendido, y el argumento es que se buscaba la "imagen de un malagueño universal que en este caso enciende una llama y esperan que les ilumine". Los derechos de la fotografía eran cedidos gratuitamente por la Fundación Picasso y el cartel diseñado por el personal del certamen, por lo que tenía "costo cero".
Al inicio del Festival de esa imagen solo queda el logo ampliado tras ser objeto de polémicas. La Fundación Picasso Casa Natal y la Entidad Visual de Gestión de Artistas Plásticos (Vegap) advierten que el uso de la imagen no les fue notificada y que pondrían en marcha los mecanismos de control pertinentes. Aseguran que la imagen es cedida gratuitamente “a condición de que no se distribuya masivamente” y con presencia “limitada”. La directiva del certamen justifica la ausencia de la imagen argumentando que “existen varios tipos de carteles y recursos promocionales, cada uno con su función”, y entre éstos el propio logotipo.
¿Qué interpretación le damos a esta polémica y falta de rigor promocional?
En tiempos de crisis prescinden de los servicios de un profesional intentando un diseño a coste cero, más si la experiencia anterior recibe fuertes críticas, como en la décima edición del Festival por la imagen creada por David Delfín, con evidente parecido a otros trabajos del diseñador presentados en otros certamenes anteriores. Se apañan realizando ideas sin contar con profesionales para evitar gastos. Eso sí en otros apartados pagan lo que haga falta, caché por asistencia, grandes recepciones... Los diseñadores pierden los escrúpulos y utilizan y reutilizan sus trabajos en distintas versiones, muestra falta de profesionalidad pero también falta de valoración económica... Las ideas tienen precio. Buscando coste cero se encuentran gastos inesperados, como reimpresión de material, gasto de demanda y sobre todo fracaso en la imagen. La crisis también afecta a las ideas y por ello quizás se aprovecha la imagen de Málaga como marca gracias a Picasso, la memoria y la herencia artística de Picasso convertida en mero reclamo de Málaga hasta la saciedad. Málaga es Picasso, cuando Málaga es mucho más. Y por último, por muy malagueño que fuera Picasso, que para colmo desarrollo su arte fuera de allí, era pintor, pero poco tenía que ver con el cine. Bueno, algo si, la biografía del genio se llevó a la gran pantalla protagonizada por Anthony Hopkins, pero... era pintor.

De cualquier forma, con Picasso o sin él, el Festival de Cine de Málaga se esta desarrollando y hay cine. Dicen que buen cine, con propuestas de cine español inédito en largometrajes, cortometrajes y documentales, y apostando por directores debutantes.

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