

Desde la orilla del norte hemos recorrido la Ruta de la Plata hasta llegar a la orilla del sur.
Un largo camino en el que nos desviamos por la Sierra de Gredos y atravesamos el Valle de Jerte, ya no estaba en flor pero la cantidad de cerezos nos dió idea de lo precioso que se debe poner, habrá que volver en su fecha. Luego paseamos por el pueblo Garganta la Olla, un pueblo de la provincia de Caceres, muy próximo al monasterio de Yuste y terminamos haciendo noche en Cuaco de Yuste. Son pueblos en plena naturaleza, como de otra época perdidos en el interior de la sierra, parecen autónomos del mundo y capaces de su propia supervivencia, la cereza, el pimentón y algo de turismo... Recomendamos su visita.

Y para hacer agradable la estancia, la hostería Cantarranas, una casona restaurada con bastante gusto y delicadeza. Muy apropiada para descansar bien, reponer fuerzas y animos para continuar la ruta hasta la otra orilla.
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