Y otra de cine, esta vez con una impresión bastante mas favorable, se merece ese éxito de taquilla. La interpretación de Luis Tosar, Mala Madre, es brutal y muy buena la dirección de Daniel Mozón que consigue transmitir y envolver al espectador, hasta Rasines estuvo en su papel. Con un argumento original más allá de la temática carcelaria, con la historia de un motín se tocan temas como la mentira, los errores, la lealtad, el coraje, las relaciones humanas, y el amor, también cabe el amor, esta vez más creíble. A la trama de la peli nos introduce con total realismo y sigue un ritmo tan frenético que crea angustia y a la vez engancha. De forma intensa y violenta, es ejemplo de como una situación extrema saca lo mas desconocido de las personas. Los buenos, los de fuera, se convierten en los malos, y los malos, los de dentro, terminan ganando la simpatía del espectador como si fueran los buenos. Pero esa situación limite, que lleva a la transformación de un personaje por sobrevivir, le juega una mala pasada y ya no tiene nada que perder...
Queda una reflexión sobre los colectivos marginados en este caso delincuentes, los que viven como una sociedad paralela, desamparados de todos, casi olvidados, cabría una vez mas plantarse la pregunta de si las instituciones penitenciarias son centros de rehabilitación o contribuyen más a la marginación, si reforman o transforman...
No dejad de verla y opinad.
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