



Ayer domingo hizo un día espléndido para pasear y pudimos aprovecharlo con un recorrido por las dos margenes de la ría de Nervión, a un lado Deusto al otro Bilbao, unida por puentes que evolucionan y reflejada de edificios que desafían las leyes de la gravedad. El nervio que atraviesa la ciudad progresa con modernidad acercando el ocio, la cultura y el arte a lo largo de la ría.
Sin entrar en análisis de formas o procedimientos, a sabiendas de que habrá disparidad de visiones o versiones, opiniones diversas sobre, por ejemplo, el cambio del oxido por el plata y cristal, contraste de volumenes, percepciones o preferencias de usos, y las inevitables polémicas que generan los múltiples pareceres tendentes a la critica. Ayer fue solo una impresión, una emoción como dicen que es Bilbao, con la esperanza de que el cambio de visión de esos espacios abiertos repercuta también en su disfrute con la tranquilidad y la confianza que da la paz...
Simplemente fue agradable comprobar como resplandecen estas orillas también nuestras por el recuerdo de tantas vivencias en ellas.
Muy bonitas las fotos, espero que algún día, no muy lejano, podamos continuar paseando por nuestro "Gran Bilbao" y sus alrededores....
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