jueves, 23 de julio de 2009

Pollo a la carta

Esta pelicula fue ganadora en un festival de cine de Berlín... Son 6 minutos, hay que verla hasta el final!

2 comentarios:

  1. La pelicula esta bien, pero no vamos a ser ahora hipocritas despertando nuestra conciencia social.
    Colaboramos con una ONG? Les llega algo de lo que damos? Despues se descubren malversaciones y miles de irregularidades que te hacen al final desconfiar de todas.
    Las que se supone que ayudan a los niños y despues nos enteramos de los abusos a los que son sometidos.
    Vivimos en un mundo que no es para muchos comentarios la verdad.
    Y cuando de esto tenemos a nuestro lado? Cuando alguien por la calle nos pide dinero para un bocadillo, no se lo damos porque pensamos que se lo gastara en otra cosa, pero, porque no le compramos el bocadillo si es en verdad lo que quiere?
    La pelicula me parece bien porque muestra una realidad que nos abofetea cada vez que la vemos, pero no seamos cinicos llevandonos las manos a la cabeza cuando no damos comida al que nos lo pide cuando esta en nuestras manos hacerlo.
    Un saludo
    Rosa

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  2. La verdad es que cuando quise enseñar este corto lo que menos pensé fue en las ONG. Tienes razón en esas reflexiones, pero caemos en el circulo vicioso de no colaboro porque no les llega y no les llega porque no colaboro. Conozco a gente buena que se esfuerza en hacer un sincero trabajo de cooperación y solidaridad, aunque desgraciadamente hay que reconocer que las mas de las veces la miga gorda se queda por el camino y solo llegan las miajas, pero al menos algo llega... No vi el tema económico-político, simplemente os muestro un corto bien resuelto, con realismo y fuerza afronta el hambre y la pobreza, y en el que llama la atención el giro que le da al tema la sociedad actual, la globalización y sus consecuencias.
    De todas formas, al hilo del comentario también diré, haz la prueba y ofrece un bocadillo a algún pobre de ciudad, ya en alguna ocasión a mi no me lo aceptaron, no por que gasten el dinero en otras cosas sino porque quieren comprarlo ellos y participar en la rueda del consumismo, o peor, porque se acomodan en su pobreza y prefieren mantenerse al margen de una vida laboral. Tengo un buen ejemplo, en mi orilla de abajo parece que se da mucho mas el mendigueo. A la puerta del supermercado, mi madre veía todos los días a una chica pidiendo. En una ocasión le pregunto: ¿tu quieres trabajar? Yo te doy trabajo. La chica respondió: No Sra. prefiero pedir aquí, que no me va lo de trabajar... Claro que ese es otro tipo de pobreza...
    En fin, este mundo da para reflexionar y comentar mucho, pero lo cierto es que no ponía el corto por temas solidarios ni como critica social, simplemente me pareció bien desarrollado e impactante, merecedor del premio que obtuvo, y si a la vez cabe algún comentario de opinión... al menos nos atrevemos a reconocer que es una realidad evidente y tal vez nos sintamos un poco menos hipócritas. Algo podremos hacer, aunque sea conciencia...

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