
Lo vimos partir, no llegamos a tiempo para nadar hasta él y atarnos a un cabo,
pero pasó navegando y haciendo un gran viraje rumbo al sur...
Como en el salón de su casa, acomodado en un sofá que invitaba a la tertulia, con su guitarra, su ukelele y sus letras. Con poquísimo público, coincidía con noche de fútbol o al menos esa era la excusa que nos vino muy bien porque estuvimos en petit comité, riendo con las letras irónicas y divertidas de este cantor del humor. Presentaba su nuevo cd recopiladas en "Critica de la razón tuya", kantciones muy suyas, simpáticos giros a temas del momento y de razón, critico, cínico y aplaudido...




Una muestra de civismo, en el prao de arriba de la playa donde aparcan coches. Una señal improvisada, dibujado con boli un triángulo de peligro, una botella rota y como aguante una zanahoria y un pañuelo en un palo.