Georges Moustaki
Mi libertad,
mucho tiempo te he guardado
como si fueras una perla rara. Mi libertad,
fuiste tú la que me ayudo
a largar amarras
para ir a cualquier lugar,
para ir hasta el final
de caminos improvisados,
para recoger soñando
una rosa de los vientos
sobre un rayo de la luna.
Mi libertad,
delante de tus deseos
mi alma te era sumisa. Mi libertad,
te había dado todo,
hasta mi última camisa
y cuánto he sufrido
para poder satisfacerte,
todo lo que me pedías,
cambié de país,
perdí a mis amigos
para ganarme tu confianza.
Mi libertad,
supiste desarmar
todas mis costumbres. Mi libertad,
tú que me hiciste amar
incluso la soledad,
tú que me hiciste sonreír
cuando yo veía acabar
una bella aventura,
tú que me protegiste
cuando yo me escondía
para curar mis heridas.
Mi libertad,
sin embargo te dejé
una noche de diciembre,
deserté
de los caminos apartados,
esos que seguiamos juntos
cuando sin desconfiar
atado de pies y manos
me dejé llevar
y te traicioné
por una cárcel de amor
y su bella carceler.
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