


Este pico tan emblemático de nuestra orilla norte, sorprende cuando se cambia de perspectiva. Hoy hacía un día tan bueno que nos hemos asomado a verlo desde la altura de su acantilado.
Es increíble como varía según por donde se mire, como pierde el imponente perfil y hasta preocupa su fragilidad desde arriba. Con cualquier temporal podría quebrarse y con el desgaste por el mar y el viento, tal vez algún verano nos encontramos que ha desaparecido. Si así pasara nuestra orilla quedaría un poco vacía. Ojala aguante las inclemencias de los temporales.
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