

Querido Amigo:
Qué día tan triste, esta mañana te encontramos delante de casa, tumbado, inmóvil, tu que siempre nos recibes con entusiasmo. No respondías, asustadas nos acercamos y el dolor estalló fuerte, con que crueldad te habían atacado, que daño tan irreparable te habían hecho. Y nuestra rabia explota por la forma de perderte, indignación e impotencia, porque te atacaron en casa, un voraz asesino acabo contigo, y no nos enteramos. Valga esa rabia también para los desaprensivos dueños de esas fieras, irresponsables al no controlar a sus perros salvajes, y ni se enteran del daño que hacen.
Querido amigo, un día terrible, lloramos con sentimiento la gran perdida, has sido un buen perro, un fiel compañero, un gran amigo. Te has portado siempre tan bien con nosotras, eras tan bueno..., que seguro que estarás en el cielo de los perros. Te echaremos de menos siempre y seguirás presente, desde el manzano In Memoriam... Los pajaros seguiran hablando contigo, tu ausencia quedará en el silencio de tus ladridos, pero tú ya siempre en nuestros corazones.